UN CREYENTE
Al caer la tarde, dos desconocidos se encuentran en los oscuros corredores de una galería de cuadros.
Con un ligero escalofrío, uno de ellos dijo:
-Este lugar es siniestro, ¿Usted cree en fantasmas?
-Yo no -respondió el otro-. ¿Y usted?
-Yo sí -dijo el primero, y desapareció.